Consejos para cuidar a tu perro durante y después del confinamiento

Las especialistas en comportamiento del CAWEC nos ofrecen unos consejos prácticos para reducir el impacto negativo del confinamiento sobre el bienestar de tu perro.

Establece rutinas

No saber qué va a pasar es una fuente potencial de estrés. Asegúrate de que ciertas actividades importantes para tu perro (poner la comida, sacarlo a pasear, hacer sesiones de juego, etc) se realizan siempre a la misma hora. Es importante que estas rutinas se establezcan de manera que puedan mantenerse después del confinamiento.

Estimula su independencia

Puede que el confinamiento os permita pasar más tiempo juntos y así reforzar vuestro vínculo. No obstante, si tu perro se acostumbra a no estar solo, lo pasará mal cuando vuelva la normalidad. Asegúrate de que dedica tiempo a disfrutar solo con actividades que le gusten (p. ej. con sus juguetes).

Respeta sus momentos de descanso y tranquilidad

Este punto es especialmente importante cuando hay niños pequeños en casa. Una solución es destinar una zona de la casa, a la que no tengan acceso los niños, donde tu perro se pueda retirar cuando quiera.

Sácalo a pasear

Durante el estado de alarma solo pueden realizarse paseos cortos y con correa. Para una mayor libertad de movimientos, utiliza una correa de al menos dos metros (salvo en el caso de perros potencialmente peligrosos). Deja que olfatee y se entretenga con los rastros de otros perros y no termines el paseo inmediatamente después de que haya hecho sus necesidades. Al llegar a casa, dale un juguete para masticar o relleno con comida para que se relaje.

Proporciónale juego y ejercicio

Es fundamental que tu perro esté entretenido mientras está en casa. Los juguetes dispensadores de comida les suelen gustar mucho. También puedes esconder premios en cajas de cartón o en distintos sitios del domicilio para que tu perro se entretenga buscándolos. Es importante ir variando los juegos para evitar que se aburra. Si tienes terraza, patio o jardín, haz sesiones de juego con una pelota o palo para aumentar la actividad física. Conviene señalizar el inicio y el fin del juego con una palabra y un premio. Así evitamos frustraciones.

Evita los castigos

El castigo, además de no resultar eficaz para corregir la mayoría de las conductas molestas, puede causar miedo o agresividad, que tendrán un efecto negativo sobre vuestro vínculo.

Si tienes un cachorro, no olvides su socialización

El período de socialización va desde las 3 hasta las 12-16 semanas de vida. Para prevenir futuros problemas de miedo y agresividad, es importante que expongas a tu cachorro a diferentes estímulos (coches, camión de la basura, bicicletas…) e individuos (adultos, niños y otros animales) que encontrará cuando sea adulto. Saca a tu cachorro a la calle antes de que finalice este periodo y así, aunque no entre en contacto directo con otros individuos, al menos podrá verlos. Si no ha completado el plan de vacunación, sácalo en brazos.

Y cuando termine el confinamiento...

Tu perro volverá a quedarse solo en casa tras haber estado mucho tiempo con compañía. Puede que tenga dificultades para adaptarse y manifieste ansiedad, miedo o frustración. Para prevenirlo, además de seguir las rutinas pautadas durante el confinamiento, acostúmbralo de manera progresiva y asociando siempre a un premio el hecho de quedarse solo. Encerrarlo en un trasportín o usar collares anti-ladrido está totalmente desaconsejado. Si tu perro comienza a mostrar problemas para quedarse solo (vocaliza, gime, aúlla, ladra, destroza cosas o hace sus necesidades dentro de casa cuando no estás) contacta rápidamente con un veterinario especialista en comportamiento.