¿La leishmaniosis canina se puede contagiar a las personas?

2016/04/01 - Leishmaniosis canina

Si un perro tiene leishmaniasis, ¿puede contagiar a un ser humano?

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Desde el Portal de Salud de la Comunidad de Madrid, aclaran que un perro no puede contagiar directamente a una persona. Sin embargo, insisten en que eso no significa que las personas estén fuera de peligro...

La leishmaniasis es una enfermedad infecciosa que puede provocar fatiga, debilidad y pérdida de apetito. Los dos tipos más frecuentes son la cutánea, que se caracteriza por la presencia de una o más lesiones ulceradas en la piel, y la visceral, más grave, ya que puede llegar a afectar a algunos órganos.

Esta enfermedad suele afectar a las regiones más pobres del planeta y a aquellas áreas donde se han producido deforestaciones y se ha potenciado la urbanización. España forma parte del foco localizado en la cuenca mediterránea, de hecho en algunas zonas de la Comunidad de Madrid, desde 2010 se han registrado picos de aumento de la enfermedad.

Entonces, si se transmite mediante la picadura de un mosquito, si un perro tiene leishmaniasis, ¿puede contagiar a un ser humano?

Desde el Portal de Salud de la Comunidad de Madrid, aclaran que un perro (u otro de los animales silvestres que pueden desarrollar la enfermedad, como la liebre y el conejo) no puede contagiar directamente a una persona. Sin embargo, insisten en que eso no significa que las personas estén fuera de peligro: si el perro está infectado hay más más probabilidades de que el mosquito-flebotomo (responsable de transmitir la leishmaniasis) se infecte y en el entorno del perro pueda transmitir la infección si pica a una persona.

Las medidas preventivas, imprescindibles

Aunque la enfermedad tiene una incidencia baja en la población y suele afectar a enfermos crónicos y personas inmunodepresivas, los expertos inciden en la importancia de la prevención, la mejor arma para hacer frente a la leishmaniasis. Así, desde la Comunidad de Madrid recomiendan:

  • Aplicar periódicamente productos repelentes en los perros que los protejan de las picaduras de los mosquitos-flebotomos. El empleo de collares antiparasitarios y pipetas eficaces puede ser una buena opción.
  • Evitar que el perro duerma en el exterior de la vivienda o en lugares en los que tenga más posibilidades de ser picado por el mosquito flebotomo.
  • Aplicar insecticidas residuales de acción prolongada o pinturas insecticidas de contacto en las casetas de los perros.
  • Consultar al veterinario sobre la posibilidad de administrar la vacuna contra la leishmaniasis.

Cuando una persona tiene la sospecha de que puede estar contagiada es importante que acuda al médico y le explique por qué piensa que tiene la enfermedad, especialmente si vive en una zona donde hay más mosquito-flebotomos.

Fuentes: DMMedicina | Comunidad de Madrid

 

 

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