Los hábitos adecuados para cuidar del bienestar de tu perro

Los profesionales nos recuerdan a menudo que el estado de la piel y el pelo de un animal suele ser un reflejo de su salud.

El primer paso en la rutina de cuidados de su mascota es el cepillado regular, sea cual sea la raza o el tipo de pelaje. El cepillado regular puede ir acompañado de un examen minucioso de la piel, para eliminar el pelo muerto y las impurezas y favorecer el crecimiento del pelo. Le recomendamos que cepille con más regularidad durante las mudas de primavera y otoño, para ayudar a su perro a desprenderse del pelaje de invierno o verano.

La piel de los perros está cubierta por una película superficial que desempeña un papel importante en el mantenimiento del microbioma cutáneo. Contrariamente a lo que algunos piensan, y sobre todo si tu perro vive en la ciudad, puedes lavarlo con regularidad siempre que utilices un champú específico para perros (el pH de su piel es diferente al de los humanos) que además esté adaptado a las características cutáneas particulares que pueda tener.

Los perros presentan varios tipos de pelo, cada uno con características distintas. Un pelaje graso, propenso a la grasa, suele requerir un aseo regular. Los perros de pelo sedoso poseen un pelo suave y brillante que requiere un mantenimiento cuidadoso para evitar enredos. Reconocer un pelo sano implica observar cualidades como el brillo, la elasticidad, la ausencia de muda excesiva y un aspecto limpio y sin olores. El cepillado regular, una nutrición equilibrada y una higiene adecuada contribuyen a la salud del pelo.

Los ojos de tu perro son una zona frágil, propensa a irritaciones y lesiones.

Si nota que su perro tiene los ojos rojos y llorosos, los párpados semicerrados o secreción purulenta por los ojos, pida cita con su veterinario lo antes posible.

Limpiar regularmente los ojos de su mascota es una medida preventiva esencial para prevenir y/o detectar cualquier problema ocular. Algunas razas, sobre todo las que tienen ojos prominentes, son especialmente propensas a los problemas oculares, por lo que hay que extremar la vigilancia.

La frecuencia con la que debe limpiar los ojos de su perro depende de su raza y estilo de vida. Te recomendamos que utilices un limpiador veterinario especial para limpiar los ojos de tu perro. No dudes en consultar a tu especialista.

Las orejas de los perros suelen ser el foco de infecciones e inflamaciones. Si el conducto auditivo de su mascota es sensible al tacto, huele mal, está enrojecido o tiene la cabeza inclinada hacia un lado, consulte a su veterinario.

Los perros también son propensos a las infecciones parasitarias del oído. Si la padece, sacudirá la cabeza con frecuencia y se rascará con las patas traseras. La palpación del conducto auditivo a través de la piel desencadena el rascado, y aparecen depósitos negruzcos en el oído. Si esto ocurre, pida cita con su veterinario.

El cuidado regular de los oídos permite detectar este tipo de problemas y actuar a tiempo, antes de que se agraven.

Deberás estar más atento con los perros propensos a las infecciones de oído, especialmente los que tienen tendencias alérgicas, los perros con orejas caídas, ciertas razas (cocker spaniels, labradores, etc.) y los perros de caza, que son más propensos a tener cuerpos extraños en las orejas.

Recortar el interior de las orejas de los perros con orejas caídas mejora la aireación del conducto auditivo y reduce el riesgo de infecciones de oído y la penetración de espigas de hierba, sobre todo en primavera.

Inspeccionar regularmente las orejas de su perro es la mejor manera de asegurarse de que gozan de buena salud. También significa que puede tomar las medidas adecuadas, si es necesario, para evitar que su perro desarrolle problemas de salud más graves, como inflamación o infección.

En algunos casos, las infecciones de oído pueden producirse por causas ajenas a su voluntad y sin (o con pocos) síntomas previos. Por eso es conveniente revisar los oídos de su mascota con regularidad y hacer de la limpieza periódica de los oídos una parte de su rutina de cuidados para ayudar a prevenir cualquier problema.

A veces es difícil precisar la causa del dolor o la infección de oído en los perros, pero hay algunos factores que pueden provocar problemas de oído. Por ejemplo, si su perro:

• tiene las orejas caídas
• nada con regularidad
• padece una alergia diagnosticada
• a menudo tiene las orejas sucias o malolientes

Puede sospechar que su perro tiene dolor o infección de oído si:

• sacude la cabeza con frecuencia
• se rasca las orejas
• tiene la piel enrojecida o hinchada en el interior de las orejas
• parece tener dolor en la zona del oído
• tiene un olor desagradable en los oídos
• moquea
• cambia de comportamiento
• otros animales le lamen las orejas

Es importante que te pongas en contacto con tu veterinario lo antes posible si tu mascota muestra molestias en los oídos, no se comporta con normalidad o notas un olor "anormal" en sus orejas. Lo mejor es buscar tratamiento lo antes posible.

Un limpiador auricular antibacteriano suave y de pH neutro como EpiOtic puede utilizarse como parte de una rutina habitual de limpieza de los oídos o como complemento de la mayoría de los tratamientos auriculares. Consulte a su veterinario, que le indicará la frecuencia de uso de este tipo de producto.

Si combina EpiOtic con un tratamiento prescrito para curar una infección de oído, limpie los oídos de su mascota con EpiOtic antes de administrar el tratamiento para asegurarse de que el conducto está libre de exceso de cerumen, pus y restos celulares. Consulte a su veterinario si el tratamiento de los oídos de su mascota debe ir acompañado de una limpieza periódica de los oídos: él podrá indicarle la mejor manera de proceder.