2020/05/13 - Mundo equino
Una vez que iniciemos la desescalada, por fin podremos volver a disfrutar con nuestros caballos, retomando la actividad que se vio suspendida de un modo tan brusco.
Son muchas y variadas las circunstancias que han rodeado a cada caballo durante estas semanas (clubes hípicos, cuadras particulares, unos estabulados otros no etc.) pero en todo caso, conviene observar una serie de recomendaciones que harán mas fácil y sobre todo mas segura la vuelta a la normalidad en las mejores condiciones.
CASCOS
La duración del período de confinamiento es tiempo más que suficiente para que los cascos de nuestros caballos hayan sufrido cambios notables, sobre todo aquellos que no han tenido la posibilidad de disfrutar de determinadas horas de esparcimiento en espacios abiertos. Los cascos de los caballos que mantienen un determinado nivel de actividad crecen mas y mejor. Además, es posible que muchas cuadras no hayan podido someterse a la rutina de limpieza y sustitución de camas, por lo que las ranillas también pueden verse afectadas por fenómenos de putrefacción y podredumbre.
En definitiva, antes de volver a trabajar con nuestros caballos es obligado pasar una revisión por el herrador. Aquellos cascos que han permanecido desherrados pueden necesitar recortes y aplomados adecuados y posiblemente, según el uso que vayamos a darles, proveerlos de unas herraduras adecuadas.
Los animales que se retiraron de la actividad y han conservado sus herraduras durante todo este tiempo, necesitan, con total seguridad, someterse a un nuevo recorte y herrado.
Es muy importante vigilar este aspecto porque de lo contrario podemos causar lesiones en tendones y ligamentos de extremidades y también de sus articulacionesprincipalmente de las interfalangianas y de los menudillo, tanto de manos como de los pies.
ALIMENTACIÓN
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el relativo a la alimentación que ha mantenido el caballo durante el parón, donde el nivel de exigencia, salvo contadas excepciones, ha sido cero. Debemos valorar los nuevos requerimientos nutritivos que puede suponer el retorno al ritmo normal de trabajo de cada caballo.
Si al inicio del confinamiento redujiste el aporte energético de la ración alimenticia, hiciste muy bien. Pero ahora, al volver a trabajar, necesitas volver a incrementar estos índices para que la condición corporal del caballo no sufra un deterioro. Pero este incremento no debes realizarlo de forma súbita, sino de forma gradual, a lo largo de los próximos días y a medida que vas aumentando el ritmo de trabajo.
Por el contrario, si no fuiste precavido y mantuviste la ración alimenticia al caballo, a pesar de suspender el trabajo del animal durante 6-7 semanas, es muy probable que éste haya puesto peso de forma considerable. Este aspecto es muy importante tenerlo en cuenta, porque retornar a la actividad después de tantos días parado y con más peso del habitual, puede desencadenar procesos patológicos serios para la salud de nuestro amigo.
PROGRAMA SANITARIO
Es posible que en este tiempo hayamos podido descuidar el programa sanitario aplicado a nuestro caballo.
Conviene vigilar las fechas programadas de dosis vacunales de recuerdo y sobre todo y muy importante la desparasitación.
Es una fecha muy adecuada para controlar la carga parasitaria de nuestro animal. Para ello os recomendamos la utilización de productos de amplio espectro y fácil administración como son Equimax y Equimel que, como a buen seguro conocéis, se presentan en jeringas graduadas fáciles de dosificar y muy palatables para los caballos, pero será vuestro veterinario quien os recomiende cual es el antiparasitario más adecuado para cada caso.
VUELTA AL TRABAJO
Para evitar la aparición de lesiones y enfermedades que pueden mantener en dique seco a nuestro caballo muchísimo más tiempo del que ha supuesto el parón por el Covid-19, deberemos tener en cuenta algunos consejos.
Debemos comenzar despacio y no reiniciar el trabajo en el mismo punto donde se dejó ni con el mismo nivel de exigencia. Cada caso será distinto de los demás pero es aconsejable empezar los primeros días con trabajos a la cuerda. Esta actividad además de ayudar a poner en forma a nuestro amigo, de un modo indirecto nos vuelve a reunir con él en ambiente de trabajo. Además si nos ayudamos de diferentes tipos de rendajes comenzaremos a fortalecer su dorso antes de volver a cabalgar.
Posteriormente iremos aumentando de forma paulatina las sesiones de trabajo, que al principio deberán ser mas cortas de lo normal, para en pocos días, volver a encontrarnos en el punto donde lo dejamos.
Conviene asegurarse que el ajuste de nuestras sillas y monturas es el adecuado y no se ha visto modificado por el cambio de estado corporal del caballo.
Un aspecto que considero también importante es el relacionado con el equilibrio psíquico del caballo y la relación afectiva que podamos tener con ellos. Para ellos, haber permanecido en sus boxes durante todo este tiempo, supone un estrés añadido sobre todo en aquellos casos donde no se ha interactuado con otros ejemplares. La socialización ayuda mucho a los caballos a ser equilibrados y a asumir su papel en el grupo. Así mismo su relación cotidiana con nosotros se ha visto alterada y seguramente estarán deseosos de recibir nuestros mimos. Tendremos que tener un poco de paciencia con ellos.
Se me ocurre que un buen comienzo para reencontrarnos con nuestro amigo podría ser una sesión de cepillado y acicalamiento de crines y colas.
Ahora solo falta volver a disfrutar junto a nuestros caballos. Y no olvidéis vuestro casco, últimamente los hospitales no son muy recomendables.
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