Cuidados de la yegua gestante y del potro neonato

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El cuidado de la yegua gestante es importante para asegurar que la cría tenga todas las ventajas posibles en cuanto a salud y desarrollo, además es vital mantener su capacidad reproductiva futura.

Los factores que debemos tener en cuenta para un buen manejo de la yegua gestante son:

  1. Ejercicio

  2. Nutrición

  3. Control de parásitos

  4. Vacunaciones

  5. Cuidados de los dientes y de los cascos

 

1. Ejercicio

El ejercicio y la alimentación determinan juntos la condición corporal. Como con muchos otros parámetros los extremos pueden ser peligrosos, de manera que un nivel medio de ejercicio es lo más indicado. Este nivel depende del individuo y de su historia deportiva pasada.

Un régimen moderado de ejercicio puede consistir en la salida a un paddock, de manera que  la yegua elige que ejercicio quiere hacer, o en un ejercicio montado suave (al principio de la gestación); las yeguas acostumbradas a ser montadas pueden realizar este ejercicio hasta los 6 meses de gestación.

Un ejercicio suave promueve y mejora la circulación sanguínea de la yegua, de la que depende el potro para recibir nutrientes y eliminar sustancias de desecho. Además el ejercicio ayuda a reducir la retención de agua y por lo tanto el edema que se produce en yeguas que están mucho tiempo paradas; también ayuda a mantener la condición corporal y a reducir el nivel de grasa, disminuyendo así las probabilidades de complicaciones del parto.

Un ejercicio excesivo se ha asociado a una mayor tasa de aborto debido al estrés, a movimientos violentos y a la repercusión sobre el metabolismo de la yegua.

 

2. Nutrición

Los requerimientos nutricionales de la yegua dependen del momento de la gestación. Durante la gestación se debe monitorizar la condición corporal de la yegua para asegurar que no se produzca un acúmulo excesivo de grasa, ni un descenso de las reservas corporales de la yegua.

Una nutrición pobre está asociada con un tiempo prolongado de gestación, anormalidades del desarrollo y disminución del peso de la cría. Estos problemas se exacerban si la nutrición deficiente se da al final de la gestación ya que durante los últimos tres meses es el momento de mayor crecimiento fetal.

Durante los últimos tres meses la yegua requiere más energía, proteínas y calcio para satisfacer las necesidades incrementadas del potro y permitir un cierto acúmulo de grasa que será utilizada después del parto y en la lactación.

 

3. Control parasitario

Una elevada carga parasitaria es con frecuencia la razón de una falta de aprovechamiento de la comida administrada. La falta de control parasitario puede producir daños permanentes en la condición general de la yegua.

Como a los demás caballos se les debe desparasitar al menos dos veces al año, siendo necesarias más administraciones a los animales en contacto con ganado o que viven en prados.

Debe ponerse especial cuidado en la elección del tipo de desparasitantes, ya que no todos se pueden utilizar en yeguas gestantes. Así por ejemplo los basados en cambendazol no deben administrarse en las primeras dos semanas, mientras que los organofosforados no deben administrarse al final de la gestación pues producen abortos tardíos al final de la gestación debidos a contracciones uterinas. Los desparasitantes basados en pamoato de pirantel y febendazol son relativamente seguros, si bien no deben ser administrados al final de la gestación pues aumentan el riesgo de parto prematuro. En cualquier caso es recomendable atenerse a las instrucciones del producto.

 

4. Vacunaciones

El programa de vacunación de la yegua depende de las enfermedades endémicas que se encuentran en la zona donde ella vive.

En nuestra zona, se vacuna a todos los animales de influencia y tétanos, además a las yeguas gestantes se les vacuna de Rinoneumonitis equina causada por el herpesvirus equino tipo 1. Esta vacuna se administra en los meses 5, 7 y 9 de gestación.

 

5. Cuidados de los dientes y los cascos

Como en cualquier otro caballo es un aspecto básico de su manejo que no debe ser descuidado porque influye de manera directa en la salud del animal. 

 

 

Manejo de la yegua en el parto

yegua_potro.pngEn general, las yeguas expulsan al potro con rapidez y, con frecuencia, de noche. Parece ser que tienen cierto grado de control voluntario al momento del parto y se piensa que puedan demorarlo durante varios días esperando un momento en que no se la molestara, usualmente de noche.

La duración de la gestación es muy variable, presentando un rango de 305 hasta 365 días con una media de 335-342 días. Los potros que nacen ante del día 320 se consideran prematuros y suelen ser débiles.

Los signos de parto inminentes son sutiles y pueden variar de una yegua a otra. Hacia el final de la gestación se produce una ligera relajación de los ligamentos del sacro, pero esto puede no evidenciarse debido a la presencia de una fuerte musculatura en la grupa. La vulva manifiesta un edema leve y la rima vulvar se alarga durante las semanas previas al parto. El desarrollo de la glándula mamaria comienza unas 4 semanas antes del parto y la “bajada” de la leche suele producirse de  6 a 48 horas antes del mismo. Algunas yeguas pueden perder leche desde varios días previos parto. Otras, por lo general las primerizas, pueden parir sin manifestar ningún signo externo de parto inminente.

El trabajo de parto en las yeguas se ha dividido en tres estadios

En este estadio la yegua está inquieta, camina con la cola levantada y orina pequeñas cantidades y con frecuencia. Manifiesta signos de cólico, se echa y se para en forma alterna; en los flancos y detrás de los codos se evidencia sudor. Durante el primer estadio  el feto rota adoptando una posición dorso-sacra. El primer estadio del trabajo puede durar 15 a 90 minutos.

El segundo estadio es rápido, dura alrededor de 12 a 15 minutos y comienza con la liberación del líquido alantoideo. La mayoría de las yeguas se encuentran en decúbito lateral y comienzan las contracciones abdominales. A los 5 minutos los miembros anteriores del feto, aún dentro de la membrana amniótica, aparecen en la vulva. Con cada contracción abdominal el feto avanza un poco más hacia caudal y cuando los miembros protruyen unos 10-15 cm a través de los labios vulvares se evidencia el hocico del potro. En este momento los hombros del potro han ingresado en el canal del parto y por medio de contracciones violentas se movilizan a través de la pelvis materna. Otro gran esfuerzo se realiza cuando las caderas pasan a través de la pelvis materna.

El cordón umbilical se rompe en forma espontánea, debido a los movimientos del potro o de la madre. El punto de ruptura es una marca localizada a 5 cm del cuerpo del potro.

Según el esfuerzo necesario para expulsar el potro, la yegua tiende a quedar en decúbito lateral durante algunos  minutos después del parto, a menos que la molesten.

En la tercera fase se realiza la expulsión de las membranas fetales. Es frecuente que se expulse toda la placenta en los 10 minutos posteriores al parto. La retención de las membranas hasta 3 horas posparto constituye una situación normal. Durante este estadio se observan continuas contracciones uterinas, con molestia abdominal. Algunas yeguas se echan, giran sobre el dorso y exhiben otros signos de dolor abdominal.

Cuidados del potro neonato:

En un potro recién nacido se debe tener en cuenta:            

  1. Capacidad para ponerse y mantenerse de pie
  2. Capacidad para mamar y correcta deglución
  3. Condición corporal
  4. Aplomos correctos de las extremidades
  5. Vigor
  6. Características de la respiración
  7. Cuidado del cordón umbilical

Otros procedimientos de rutina pueden ser:

  1. Inyección de 1500 UI suero antitetánico
  2. Realización de analítica sanguínea
  3. Test de inmunoglobulinas
  4. Administración de estimulantes de la inmunidad y complejos vitamínicos