Mi gato lo pasa mal cuando sale de casa, ¿Cómo le ayudo para acudir al veterinario?

¿Tienes compañeros gatunos? Entonces seguro que sabes el estrés que les supone salir de casa por cualquier motivo: veterinario, mudanza, etc

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Los gatos son amantes de lo conocido, y en cuanto algo cambia en su territorio, o tienen que salir de él, el estrés aparece y hay algunos gatos que lo pasan realmente mal.

Aunque cada vez hay más veterinarios que, conociendo las limitaciones de los gatos a la hora de salir de casa, dan servicio en los propios hogares para minimizar el estrés de los animales, hay procedimientos para los cuáles sin excusa hay que acudir a la clínica: radiografías, cirugías, etc, por lo que es fundamental que intentemos ayudar a nuestros amigos gatunos a que el momento de salir de casa sea lo menos traumático posible.

 

Familiarízalo con el transportín

La odisea suele comenzar en el momento en que nuestro gato visualiza el transportín. Suele ser un objeto poco querido en general, pero si desde que los gatos son pequeños se lo presentamos como algo positivo, será más fácil que en la edad adulta lo toleren.

Para ello se recomienda dejarlo a la vista, puede que no sea la decoración más bonita para nuestro hogar, pero el beneficio para nuestros animales será notable, así que merece la pena. Déjalo en la zona de la casa donde hagáis vida (no olvidado en una habitación a la que no acceda el gato), para que tu amigo felino pueda verlo, olerlo, utilizarlo como cama, dejar su olor en él, etc. Para fomentar el acercamiento podemos dejar alguno de sus juguetes favoritos o algún premio cerca o dentro de él, así lo relacionará con momentos positivos.

 

Llega el momento de utilizar el transportín, ¿cómo lo hago?

Si el gato ya está habituado al transportín será mucho más fácil, incluso algunos gatos se meten solos. Si a nuestro gato le cuesta un poco, una manera bastante fácil de meterle en el transportín es poniéndolo en vertical, con la zona de la puerta hacia arriba, e introducir primero la zona posterior del cuerpo del gato en vez de la cabeza. Así no se sentirá forzado a entrar, y le evitaremos mucho estrés. Una vez que el gato está dentro, cerramos bien la puerta, lo colocamos en posición horizontal, y nos ayudamos de una manta para cubrir completamente el transportín y así utilizar esa oscuridad para que nuestro gato esté más relajado durante el trayecto. Si tienes que coger el coche, recuerda que el sitio más seguro para colocar el transportín es el suelo de los asientos traseros.

 

¿Cómo le ayudo durante la visita a la clínica?

Si el transportín va completamente envuelto en una manta, sábana, etc, seguro que vas a notar que tu gato está mucho más tranquilo, además se sentirá protegido. Depende de la clínica, la sala de espera estará más o menos adaptada a los pacientes felinos, con zonas en alto para dejar el transportín. Si no es tu caso, no pasa nada, mantén el transportín cogido y tapado, y evita que perros puedan acercarse a olerle.

Una vez paséis a la consulta, sigue las instrucciones del veterinario. No destapes ni abras el transportín hasta que el veterinario lo indique. Los transportines rígidos, que pueden desmontarse, son los más cómodos para explorar a los gatos sin tener que obligarles a salir del transportín, así que te recomendamos su uso para acudir al veterinario.

Si tu gato se estresa mucho, mantén la calma en todo momento, utiliza un lenguaje corporal tranquilo, y evita un tono alto de voz.

 

Prueba superada. ¡volvemos a casa!

Si solo tenemos un gato, no habrá mayor problema, pero la cosa puede complicarse si a la vuelta del veterinario nos esperan más compañeros gatunos. Tras su paso por la clínica veterinaria, el gato se impregna de los diferentes olores que allí se encuentran, incluso puede liberar feromonas de alarma. Todo hace que al volver a casa no sea reconocido, y el resto de gatos pueden reaccionar negativamente. Por ello, lo mejor es dejar al gato tranquilo y solo en una habitación, para que salga cuando quiera del transportín, y vaya de nuevo adquiriendo los olores de la casa.

¿Conocías estos puntos a tener en cuenta a la hora de acudir al veterinario con tu amigo felino? Ponlos en práctica, ¡seguro que minimizarás mucho su estrés!