Hormiguillo del casco o enfermedad de la línea blanca en caballos

Conozcamos mejor esta enfermedad del casco

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El hormiguillo es una enfermedad del casco, que supone la destrucción del tejido que da soporte a la muralla, creando oquedades bajo la misma. Si no es diagnosticada y tratada a tiempo puede suponer la pérdida de grandes áreas de muralla, con su consiguiente debilitamiento y prolongado retraso en su recuperación.

Esta patología está provocada, en la mayor parte de los casos, por hongos y bacterias anaerobias que encuentran en esta zona del casco un tejido idóneo donde desarrollarse. Las condiciones de humedad, temperatura, oscuridad y protección proporcionada por la propia pared del casco, así como el contacto permanente con suciedad en cuadras con poca limpieza y un mantenimiento del casco descuidado, favorecen la aparición del proceso.

Generalmente, la entrada de los agentes implicados se produce desde la suela y avanza lentamente y en silencio, en sentido ascendente, destruyendo los tejidos de soporte de la muralla. Al no producir dolor ni signos de cojera pasa desapercibido hasta que el daño es de tal magnitud que puede llegar a causar rotación de la tercera falange en casos muy avanzados; por eso es de vital importancia examinar los cascos con frecuencia y dedicarles unos minutos a su limpieza y exploración.

Para contener el avance de la enfermedad es necesario eliminar toda la muralla que cubre el tejido afectado hasta encontrarnos con áreas de línea blanca aparentemente íntegras. De este modo, además de retirar material infectado vamos a exponer las bacterias y hongos a un ambiente más hostil para su desarrollo, con exposición directa al exterior donde el oxígeno y la luz solar dificulten su desarrollo y se conviertan en aliados nuestros para su eliminación.

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Además, de este modo, al estar expuesta la zona interna de la muralla, nos permitirá aplicar fármacos desinfectantes y fungicidas con más facilidad para alcanzar los tejidos afectados.

Del grado de afectación del casco y la cantidad de tejido córneo que hay que desbridar para alcanzar tejidos sanos, va a depender el futuro inmediato del animal. En aquellos casos donde la pared se ha visto muy afectada y se han desbridado amplias zonas de la misma, deberemos contar con la inestimable ayuda del herrador, que pondrá herraduras adecuadas en cada caso para dar soporte adicional a aquellas zonas del casco que lo necesiten. En mi caso, la mayor parte de diagnósticos de hormiguillo ha venido de la mano de los herradores, pues estos son los primeros que, al recortar el casco, se encuentran con los tejidos afectados. 

Dado que el crecimiento del casco es lento, va a transcurrir tiempo hasta que la línea blanca alcance la zona de la suela en condiciones óptimas, por eso es interesante la utilización de productos favorecedores del crecimiento del casco.

Además, no soy partidario de parar al caballo y mantenerlo en reposo en su cuadra o box. Si el herrado proporciona soporte suficiente y con garantías, es preferible que el caballo no detenga su actividad porque de este modo se ve favorecido su crecimiento y acelerada su recuperación. Todo ello en terrenos apropiados; pero eso es algo que dejo al menos común de los sentidos, el sentido común.

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